Cuando el interactuar con otras personas te paraliza: Fobia Social
Es muy normal que todos hayamos experimentado pena o vergüenza en situaciones que involucran la interacción con otra u otras personas, hablar en público, exponer en un salón de clases, conocer a gente nueva, observar que se aproxima la chica o chico que te gusta, son solo algunas de las situaciones que pueden habernos causado ansiedad en cierta ocasión, acompañando a esta pena o vergüenza vienen la sudoración de manos, la revoltura de estómago, la cara enrojecida y el comenzar a hablar rápidamente o trabarnos al hacerlo y todo lo anterior resultado de la exposición casi cotidiana con otros seres humanos, es decir, la exposición social.
Pero ¿qué hacer cuando esta vergüenza ya no es normal y sientes que te paraliza? Ese miedo que posiblemente tú o personas cercanas a ti hayan creído por mucho tiempo que se trataba de una característica de tu personalidad, describiéndola como timidez, puede tratarse de un trastorno de ansiedad llamado fobia social.
Al hablar de una fobia siempre debemos ligarla a ideas irracionales y en el caso de los fóbicos sociales la mayoría de las interacciones con personas extrañas, desconocidas o cuando éstas se encuentren en grupo harán que el individuo sufra debido a su idea irracional de ser minuciosamente juzgado por los demás.

Sin habilidad social para lidiar con la crítica o sintiéndose constantemente el foco de atención, las personas con ansiedad social pueden llegar a mostrarse disfuncionales al evitar cualquier interacción, incluso de manera telefónica o por redes sociales.
Bajo rendimiento escolar, laboral o aislamiento de familiares, amigos y círculos sociales cercanos, representan las consecuencias que muchas veces sufren en silencio las personas padecientes de una fobia social,
El entorno para las personas con ansiedad social, suele ser el detonante como sucede en la mayoría de las fobias, la exposición a ambientes que de repente puedan involucrar situaciones con gente extraña o grupos, fermentarían resultados que podrían ir, dependiendo de la gravedad del caso, de una sudoración profusa hasta temblores y náuseas.
Estudios han determinado que la fobia social puede ser causada por diversos factores entre los que se encuentran, traumas adquiridos por situaciones pasadas no resueltas, irregularidades en la secreción de neurotransmisores en específico de la serotonina o el desarrollo del individuo en familias que le brindaron sobreprotección y que con esto impidieron su socialización adecuada con otras personas.
Con la actual pandemia por Covid_19 la fobia social ha tenido una alarmante tendencia a la alta, el habernos mantenido parcialmente encerrados durante aproximadamente un año ha causado que muchas personas alrededor del mundo estén presentando sintomatología correspondiente a ansiedad social como resultado de su disminución al contacto con otras personas durante el mismo año, ya sea por miedo al contagio o simplemente por el cuidado promovido en todos los órdenes para la erradicación de la enfermedad, lo que a su vez a derivado en otros padecimientos como el denominado "Síndrome de la Cabaña" que se caracteriza por causar en las personas malestar, miedo o temor a salir de casa lo que postergaría la interacción social de las personas aun cuando ya haya acabado el confinamiento, es importante recalcar que este síndrome se había presentado en personas que habían durado largos periodos hospitalizados, personas en situación carcelaria o con largos lapsos de encierro como algunos deportistas en concentraciones largas previas a una competencia importante.
Para tratar la ansiedad o fobia social se suele recurrir a la Terapia Cognitivo Conductual (TCC), en donde se busca que el consultante llegue al origen de sus pensamientos irracionales para reemplazarlos por unos que no traigan esa carga, de esta manera el paciente podrá concientizar la irracionalidad de la fobia y podrá comenzar a desarrollar estrategias de exposición a los estímulos temidos, en este caso, la interacción con otras personas.
Lo más importante es contactar a un profesional de la salud mental ante la aparición de los síntomas antes mencionados o cuando sientas que no puedes controlar el miedo que te produce la interacción social, no estás solo, no te quedes solo, no siempre es que seas tímido, es que padeces fobia social.
By Federico Schuster